1 Corintios 13:4-7

El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. 1 Corintios 13:4-7



martes, 29 de noviembre de 2011

Preparados... Listos... ¡¡¡Ya!!!!

Por tanto tomad la armadura de Dios para que podáis resistir en el dia malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. Efesios 6:13

Nuestro versículo habla del "día malo" y de estar preparados para afrontarlo victoriosamente. Este día puede ser un tiempo de gran sufrimiento, una temporada de persecución, un periodo de fracaso o de perplejidad, un tiempo de depresión, días de soledad, un periodo de luto por la muerte de un familiar, o días de grave enfermedad. Es un día en que lo vamos a pasar mal. 

Antes de afrontar este día, tenemos que tener los preparativos ya hechos. No se prepara para la guerra en las trincheras, sino antes, en el campamento de entrenamiento. Todo el contexto nos habla de lo que tenemos que hacer para estar preparados para este dia. y el texto dice: "y habiendo acabado todo, estar firmes". Los preparativos están hechos y terminados antes de que venga este día. De esta manera, cuando se presenta el día malo, ya estamos preparados para que no nos pille despistados y vulnerables en ese día en que el diablo nos ataca directamente con el propósito de destruir nuestra fe, nuestro testimonio y nuestra eficacia para Dios. 

Si hemos hecho los preparativos podemos resistir al enemigo. Si no, sucumbiremos ante la tentación. El éxito fomentará nuestro orgullo y caeremos; el fracaso conducirá a una depresión; la confusión nos hará dudar de Dios; la soledad nos sumergirá en pena para nosotros mismos; la tentación sexual conducirá al pecado; y la muerte nos llevará a la desesperanza. Hemos de estar preparados para todas estas posibilidades. Para mantenernos firmes, Pablo menciona dos clases de preparativos para que cuando el tiempo llegue, no caigamos: 

1) Preparativos en nuestra forma habitual de vivir, para poder sacar de lo que hemos incorporado en nosotros mismos como parte de nuestra personalidad, o sea, en el carácter que hemos construido, y en la relación con Dios que ya hemos formado. Tu armadura es lo que Jesús ha hecho en ti. Lo crees (fe), lo predicas (pies), vives de acuerdo con ello (justicia), lo experimentas (salvación), lo afrontas (verdad). 

2) Preparativos en la vida de oración que sostenemos: Ya tenemos a nuestro favor el hábito de una regular, persistente y ferviente, no una oración esporádica, sino disciplinada, tanto en nuestra vida personal como en la de nuestra iglesia. Y también practicamos la oración regular, persistente y ferviente para la extensión del Evangelio: "Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos; y por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada la palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio" Efesios 6:18-19

Así es como podemos estar firmes en el día malo. Tenemos puesta la armadura de una vida cristiana y tenemos una vida de oración en buen funcionamiento. Cuando venga el día malo podremos afrontarlo y salir victorioso. 


Esto fue un pensamiento que tuvimos en mi iglesia y me llegó bastante, es una realidad y debemos llevarla a cabo. Puedes creer que su mano está en ti, seguro estás, nunca te ha de abandonar. Tú eres su gozo y su gran tesoro aquí. ¿Lo crees? pues ¡¡¡¡prepárate!!!!




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