¿Qué pensarías si una tarde cuando estás en tu casa, de repente aparecieses en un mundo completamente distinto? Con montañas inmensas cubiertas de una capa de nieve, con valles verdes vestidos de flores y colinas empinadas, con bosques helados en inviernos y soleados en verano. ¿Te lo puedes imaginar? te lo pondré fácil. Un castillo enorme con torres de centinelas, reforzada con murallas y con vistas a un mar celestial y lleno de vida, una sala de columnas de oro y cuatro tronos expectantes por ser ocupados por sus dueños. ¿Aún no te suena? ¿quieres más pistas? un armario de madera de roble, portal a ese mundo extraordinario y mágico, cuatro niños explorándolo, "invitados" sin previo aviso, una reina malvada vestida de blanco con su cetro de muerte... un poco más ¿verdad? no os queda claro. Faunos, centauros, minotauros, animales parlantes, duendes, enanos, unicornios, etc. Vamos ya lo tienes, seguro que si, ¿cómo se llama este mundo? ¿lo sabes ya? ¿o quieres que te dé la pista final? bueno, seré generosa. En el horizonte, saliendo el sol, aparece Él, el Rey de Reyes y Señor de Señores, un enorme león resplandeciente como el mismo sol, grande y majestuoso con su melena de justicia, su mirada cálida y agradable y su rugido salvaje y victorioso: ¡Aslan, el gran León! Si, amigos, lo habéis acertado, ¡habéis regresado al mundo de Narnia!
Las Crónicas de Narnia es la saga de libros que más me gusta porque lo tiene todo y además un mensaje especial que, por lo menos para mi, es de gran bendición. El creador de estos libros, es C.S Lewis, este señor fue ateo la mayor parte de su juventud, es muy amigo de J.R.R Tolkien, el escritor del Señor de los Anillos, el cual fue portador junto con sus amigos universitarios en Oxford del mensaje del evangelio a Lewis. Éste luchó mucho contra el cristianismo porque culpaba a Dios de no existir, en su autobiografía al convertirse, escribió esto:
«Me tienen que imaginar estando solo en Magdalen, noche tras noche, sintiendo, cada vez que mi mente se alejaba por unos segundos de mi trabajo, el lento venir de Él a quien yo honestamente había tratado de no conocer. A aquel a quien yo le había temido finalmente me alcanzó. En 1929 me entregué, y admití que Dios era Dios, y me arrodillé y oré. A lo mejor, aquella noche yo era el converso más desanimado e indispuesto de toda Inglaterra»
Asi, C.S Lewis se convirtió al Señor y sus obras son prueba de ello. Desde el primer libro hasta el séptimo, el autor expresa todos sus sentimientos y pensamientos en relación a la Biblia en un contexto fantasioso y lleno de aventuras, pero quisiera destacar el quinto libro y tercera película de las realizadas hasta ahora: La Travesia del Viajero del Alba.
Para aquellos que no la hayan visto o quienes no hayan leído el libro, no contaré nada pero si quisiera compartir lo mucho que aprendes, las pruebas que pasan cada uno de los personajes, las decisiones y sus consecuencias. El cristianismo es así, es una vida continua llena de aventuras, de tomar decisiones, de saber cómo actuar y tener en cuenta a Dios en todas las cosas. Por eso te invito a que regreses a Narnia, a que vuelvas a este mundo que te puede cambiar la vida, que puedes aprender cosas inolvidables y que miremos a gente como este escritor que cambió gracias a que se dio cuenta la verdad.
Espero que os guste, gracias por leerme. Bendiciones.